Satoru es un mangaka sin éxito que trabaja como repartidor de pizzas para solventar sus gastos, pero lo que nadie sabe es que tiene una extraña habilidad, cada vez que una tragedia está por suceder a su alrededor, Satoru es transportado algunos segundos atrás en el tiempo para evitar que ésta suceda.Pero, ¿podrá impedir su propia desgracia?
Una buena adaptación del manga de Kei Sanbe,
#BokuDakeGaInaiMachi(La ciudad donde sólo yo he desaparecido) que maneja de manera correcta la esencia de la obra original y paso a paso nos conduce por una serie de elementos que le dan forma y forma a la historia.
Todas las escenas y personajes, tienen una razón de ser y no aparecen por mera coincidencia, por lo que incluso el final no deja ningún cabo suelto (cosa rara en las producciones de viajes en el tiempo) y eso realmente se agradece, pues te quedas con la sensación de haber visto algo genuino y bien hecho.
Los actores están excelentes, tanto el elenco adulto, desde el protagonista hasta el villano, como el infantil que es tan transparente que de inmediato logras entender sus problemáticas y anhelos.
Un dorama que en definitiva tienes que ver, puesto que no sólo disfrutarás de una buena producción, sino que también recapacitarás sobre lo que como adultos debemos hacer por los niños, criarlos con confianza, responsabilidad y amor, para que ellos a su vez puedan cuidar a los demás y así construir una sociedad sana y feliz en la que podamos vivír en paz.