Like Father Like Son

Sinopsis:

Ryota Nonomiya, un arquitecto obsesionado con el éxito profesional y su esposa Midori Nonomiya, una perfecta y dulce ama de casa, se verán envueltos en un drama familiar al enterarse que su hijo fue intercambiado al nacer debido a una negligencia del hospital.

Opinón:

Además del guión, los actores, excelentemente dirigidos por Koreeda, son la columna vertebral de esta historia que aborda el tema de la familia de una manera dinámica y bastante refrescante.

Masaharu Fukuyama encarna a un hombre, a quien el amor propio y los deseos frustrados de su infancia lo hacen centrarse en lo que él cree que es correcto, sin darse cuenta que su esposa y su hijo necesitan más que dinero.

Machiko Ono, a quien por cierto adoré en el dorama, Clavel, demuestra con creces que es una gran actriz, al meterse en la piel de una esposa y mamá joven con un gran corazón y la determinación de mantener unida a su familia.

Por otra parte Lily Franky (debo decir que está espléndido, lo mismo te saca una risa que una mueca de tristeza) y Maki Yoko, interpretan al matrimonio Saiki, quienes a pesar de los problemas económicos, mantienen una actitud brillante y positiva ante la vida, dándoles a sus hijos amor, tiempo y diversión.

Los pequeños actores que dan vida a los hijos intercambiados, están muy bien dirigidos y dan matices muy realistas a sus personalidades. Por un lado el hijo de la familia Nonomiya es educado, dulce, independiente y con un alto grado de disciplina, aunque sufre en silencio la poca atención que su padre le brinda. Y por último el hijo de los Saiki, un niño tenaz, libre, juguetón y quien no se guarda absolutamente ningún sentimiento.

Es así que tanto los padres como los hijos, van adaptándose poco a poco a la noticia de que no pertenecen a la familia que ellos creían suya, y se ven en la tarea de comenzar desde cero con sus consanguíneos.

Like Father Like Son, aborda una temática conmovedora y al mismo tiempo desgarradora, que te hace reflexionar sobre los estándares que como sociedad e individuos hemos ido impuesto a lo largo del tiempo, pues la vida familiar, laboral, social e incluso personal, se ha visto nublada por una serie de estándares materialistas y ridículos que influyen en la formación de los niños, que al crecer y sin darse cuenta, repiten los mismos patrones que adquirieron en sus años más importantes.

Así que te invito a disfrutar de esta película que estoy segura te gustará y te hará pensar sobre lo que como adultos les estamos heredando a los niños.